Capitulo 1: clase, asquerosa clase

Tras desayunar unas ricas tostadas con mermelada y tomarme un vaso de leche calentita. Cogí las cosas que me faltaban para ir a clase y me dí dos ultimos retoques, acompañados de un poco de gloss de labios y rimel, más un peinado chulísimo...
 Me di un tortazo a mí misma, y hablé sola con mi reflejo en delante del espejo.
 -No, Bianca, no - susurré - ¡No seas ytan insopotable y pija como Laura!
Suspiré y caminé hacía la puerta de mi casa. Salí con la sensacion de que se me olvidaba algo, pero no sabía el qué.
 Hacía bastante calor como para estar casi en otoño, así que me quite la chaqueta dejando ver la camiseta rosa de estreno sin mangas ¡me enamoré de ella cuando la ví en el centro comercial! y en seguida me la compré...
He de reconoce como soy, una niña. Muchas chicas a mi edad son muchicsimo más maduras a mi edad. Como por ejemplo mi mejor amiga Marta, que a los 16 ya es casi una adulta, lo contrario que yo...

En fin, cogí el autobús, no tenía ganar de andar, porque estaba muerta de sueño y me dormiría en cualquier momento...
Justamente cuando estaba dejando vencer al sueño y se me estaban cerrando los párpado, oi mi nombre venido de una voz que reconocería en cualquier parte.
 -¡Bianca! ¿Qué tal las vacas, amiga? -me preguntó Marta sentándose a mi lado
La dí un abrazo y dos besos.
 -¡bien! ¡te he echado muchísimo de menos! -dije.
 -me alegro, aunque no te veo buena cara ¿te pasa algo?
 -no, simplemente que me muero de sueño... -bostecé 
 -ya veo, pues mis vacaciones, han sido... asi asi -gesticuló con la mano
 -¿y eso? -le pregunté.
 -Pues que... no he dejado de pensar en Manuel todo el verano. Pero para él soy invisible y no lo puedo evitar. -se entristeció
 -¡No digas eso! Tarde o tempráno, se dara cuenta de que le gustas
 -Ojála -Suspiró - ¿Y a tí? ¿Te has aclarado?
 -¡No! ¡Precisamente por eso, no consigo dormir nunca!
Sin darnos cuenta, estabamos en la parada del instituto, asi que bajamos. No volvimos a hablar hasta que entramos en clase. Me senté en la última fila con Marta. Entonces entro la profesora y justo detrás, Raúl y Lucas.
 Me sentí de nuevo confusa y mi corazón, quiso salirse de mi pecho.